Melancolía...

... Hace un tiempo (Varios años, en verdad), solía salir a la plaza de mi villa, que no era más que un peladero con vestigios de césped y piedras, para jugar a la pelota con mis amigos del sector.

Recuerdo que, de repente y sin recordar la razón del porqué, dejé de hacerlo y ellos dejaron de llamarme. Y así comencé con una rutina de malas costumbres que cualquier ser humano estándar, pensaría que son normales. Diez o más horas al día frente a una pantalla y golpearme los muslos con los puños, yo creo que no es normal.

Recuerdo que, cuando recomencé a juntarme con mis amigos del sector (De nuevo, sin recordar la razón) ya no había peladero, sino que una linda plaza con juegos para niños menores de diez años...

Recuerdo que ya no podíamos jugar a la pelota y que comenzamos a hacer otras cosas. No les digo yo, a los nuevos padres de la villa, si sus hijos se meten en la droga y la delincuencia, no me hechen la culpa a mí...

Muerte...

... Un día, el año pasado, iba camino al "casino" de mi colegio. Una de las formas para llegar a la entrada, es atravesar un terreno fértil con elevaciones en todo su borde. Cuando estaba llegando al borde, vi que un niño se tropezó con el borde y se había golpeado en la cabeza. Él me miró, yo lo miré... Miré hacia el "casino" nuevamente y me fui hacia la entrada.

Cuando estaba a punto de llegar, veo que alguien (Algo así como un "amigo", que es alumno del colegio pero no es mi compañero) me miraba y se estaba riendo. No pude evitar acercarme a él y preguntarle: "¿De qué te r'eí?". Él me dijo: "De ti, el niño se sacó la chucha y tú no te reíste, ni te preocupaste del loco... Nada, no reaccionaste. We'ón insensible"... Me comenzé a reír, no sé la razón del porqué. Quizás me contagió la risa, pero sabía que la caída del niño era algo de lo que me podía no preocupar, pues sabía que estaba bien o al menos eso me dijo su cara... O quizás me estoy autoengañando y en realidad fui insensible... No sé, ya varias personas piensan que soy así...

Pudredumbre...

... En seminario, con mi grupo, decidimos insentivar a la gente de un campamento para que tuviera el hábito de reciclar su basura. Pasa que para que esto suceda, pensamos que sería mejor que les mostraramos que uno en verdad gana dinero con esto, así que nosotros nos pusimos a separar los elementos que se pudieran reciclar.

Bien, en el transcurso de la recolección, apareció el cadáver de un gato... Se habrían sorprendido; estaba, en partes, comido por los bichos; se le veían parte de las costillas, tenía sólo la mitad de un ojo y el otro no lo tenía, su cola estaba rígida; en fin, el gato estaba totalmente "tieso". Pues bien, pasa que a mí me gustan bastante los gatos y cuando vi eso me sentí un poco triste; después de que pasara ese sentimiento, uno de mis compañeros dice (o creo que fui yo): "Hay que sacarlo de ahí". Con una sonrisa, tomé una pala y me llevé al gato donde estaban las bolsas con las cosas que ibamos a reciclar, creí que sería lo mejor en ese momento, ya que estaba con la manía de trabajar (cosa extraña en mí)...

El próximo día que fuimos a reciclar, el gato no estaba, mis compañeros dijeron: "Se pelaron a Misifú". Me reí y me di cuenta que esa risa no era de malvado, sino que era por felicidad ya que alguien se había sensibilizado con el cadáver y decidió botarlo (o enterrarlo en el mejor de los casos)... O al menos eso quise creer...